Vuelos de un cerdo
En un mundo de fantasía, los cerdos gruñen orgullosos sus grandes hazañas – oink oink-; el éxito reside en su capacidad y dominio en el arte de volar. Un «deus ex machina» para cualquier conflicto que enfrentan en sus heroicas epopeyas, y a su vez, un talento que los eleva al Olimpo entre las criaturas mágicas.
En esta sociedad surrealista donde el propósito de todo chancho es volar alto, vive Chanchi, un cerdo que por una malformación en la imaginación genética de su ADN ha nacido sin alas. Las alas de nacimiento son muy importantes para que los cerdos puedan volar, detalle que convenientemente se omite para no restarle mérito y hacer más ‘chachi» las proezas de los virtuosos cerdos.
A pesar de esta desventaja, Chanchi no se achica y decide que sí o sí volará. El cerdo sin alas emprende la aventura de su vida, y en el camino inventa un sin fin de artilugios que eleven sus pezuñas del suelo. Sin embargo, por más que lo intenta, nunca lo logra. Los demás animales le aconsejan que en vez de intentar volar le saque provecho a su habilidad de caminar, pero el lechón aunque su búsqueda lo lleve a su lecho de muerte, con una sonrisa de oreja a oreja siempre repite:
-Yo quiero volar y cada vez que busco lo imposible, vuelo.-